Tu tiempo aquí terminó. Conluíste tu ciclo cerrando las puertas del cielo tras tu paso por La Tierra.
Así como llegaste, cambiando todo lo que te rodeaba, te fuíste, dejando tras de ti un amor y una vida llena de momentos inolvidables para los que aquí quedaron y pudieron compartir esa vida contigo.
Esa vida llena de reuniones familiares, de amigos deseando escaparse cinco minutos para compartir un café contigo. Esa vida llena de curiosidad por vivir, por querer saber más de todo y de todos los que te rodeaban. Esa vida llena de llantos y de risas, de esfuerzos recompensados, de reflexiones profundas sobre la existencia del SER. Esa vida llena de ideas e ilusiones que se convertían en realidades, de abrazos y besos en los que no importaba nadie más que la persona con quien los compartías.
Tu tiempo aquí termino. Concluíste este ciclo aprendiendo a disfrutar de tu estancia aquí con total conciencia de quien eras.
¡Y te marchaste…para seguir siendo infinito!