Adoro esas patadas en el culo que te recuerdan que hay algo que colocar en su sitio, que hay algo más que tienes que trabajar en ti para poder observar con claridad lo que sucede a tu alrededor y no lo que crees que está sucediendo. Adoro esas que van directas al corazón pisoteando tu ego y que te demuestran que tienes que despegarte de tus prejuicios ¡SUELTA!
Simplemente observa, asimila y acepta las cosas como vienen, y si no te gustan, sólo tienes que pedir al universo otra patada en el culo más, que por lo menos con el impulso, avanzas.