¡Tu VOZ!

Hay cerraduras que mantienen puertas cerradas toda una vida, y puertas que separan la realidad de la ilusión, la verdad de la mentira, lo banal de lo verdaderamente importante.

Hay puertas que mantienen segura a la comodidad, y al miedo que a ésta la hace mantenerse tras ella.

Hay puertas que nunca han sido abiertas, y otras que nunca serán cerradas porque no hay llave maestra que desde fuera pueda abrirlas.

Hay miles de puertas que impiden el acceso al centro de la tierra, y sólo una que impide acercarte a tu propio centro para ser consciente del potencial de tu interior, de la capacidad que posees de darte a los demás ¡sin más!.

Hay puertas que no necesitan llave, solo hay que aprender a tocarlas…

¿Acaso sabes cual es la «llave» que has de tocar y que abre esa puerta a lo más profundo de tu ser?

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