Recuerdos arriesgados

No recuerdo el día en el que nos conocimos, ni el lugar, ni el momento exacto en mi vida en el que nos tropezamos . Solo recuerdo cómo nos peleábamos por tener el control y por poder con el otro. Solo recuerdo esa mirada atravesada, las carcajadas, los besos apasionados y la alta tensión por los suelos, el sillón, la cama, la ducha y contra la pared.

¡No te recuerdo, pero no puedo ni quiero olvidarte!

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