¡Cuando los príncipes azules acaban destiñendo, las princesas rosas, acaban comportándose como La Reina de Corazones!

Cuando dos personas adultas tienen una conexión especial e intentan hacer mejores sus vidas, no deben comportarse cómo niños malcriados y egoístas que no dicen lo que sienten y piensan, pero se quejan por todo y buscan solo ganar y tener la razón, echando un pulso en el que ambas manos acaban rompiéndose por la presión. Es una pérdida de tiempo, creer y pensar, sin pararse a poner las cartas sobre la mesa, sin involucrarse, sin sentirse. ¿Jugarías a este juego sin saber las normas?

Es maravilloso tropezarse con personas que tienen la capacidad de sacudirte el alma y poner tu realidad patas arriba. Esas que hacen que tu corazón reviente de lo fuerte que late, son las personas que no debes dejar ir de tu vida porque siempre pondrán delante de tus ojos aquello que debes mejorar.

Enfrentarse a una situación sin dejarse arrastrar por el ego, por la ira, por el rencor, o por los recuerdos asociados a situaciones similares con otras personas, es complicado. Se necesita paciencia. El tiempo hará que desarrolles la capacidad de descentralizar la atención en ti, para prestársela a aquellas situaciones que te molestan, reconociendo las emociones que te envuelven, y descubriendo por qué las cosas suceden como suceden.

¡Opciones! siempre hay opciones y tú decides quién quieres ser en tu vida y como mostrarte a los demás. Puedes empezar de cero una y otra vez reseteándote, incluso con una misma persona, eliminando esos prejuicios previos generados por tu mente, y aclarando cada uno de los pasos que das explicando tus intensiones. Es necesario comunicarse, y además todos necesitamos aprender a escuchar y deseamos ser escuchados. ¿Escuchas? ¿Te escuchas? ¿o solo oyes lo que dices y lo que te dicen?.

Actuar guiados por las prisas del «querer tener» antes de llegar a «querer ser», hace que te conviertas en alguien del montón, y a veces puede complicar las cosas. Hay que «querer querer» para poder dar mas de ti, y ser más. Eso sí suma. Todos tenemos nuestros filtros, pero debemos revisarlos continuamente. Te puedes sorprender al conocer aquello que apartas o descartas. ¿Te gustan las sorpresas? Pues demuestras que se equivocan contigo, y que no se equivocaron contigo. ¡Tu actitud habla por ti!

Si quieres que algo funcione, haz de dejar de ignorar los problemas y de darte la vuelta ante las diferencias. Es hora de enfrentar los conflictos con madurez y con una comunicación directa y respetuosa, y si es posible hacerlo desde el cariño, mejor. Siempre puede haber confusiones, y nunca se aclararán situaciones en la distancia manteniendo conversaciones inexistentes, sin una interacción real. Tú interpretación acerca de algo está sujeta a estímulos internos que pueden boicotear tu mente modificando tu conducta sin permitirte dudar de lo que haces. ¿Crees que has sido justo contigo? ¿y con los demás?

Esa actitud de !ahora me enfado y no respiro! hace que pases del azul al morado, por la falta de oxígeno, pasando de príncipe azul a caballero desarmado, sin argumentos. Respira, piensa, organiza tus ideas, cuestiónatelas una y otra vez, pide consejo si es necesario, y no pares hasta que hayas creado diferentes puntos de vista. Cuestiónatelo todo, y si aún así, tienes dudas, simplemente pregunta, es la forma mas fácil de resolverlas sin creer sólo aquello que quieres o necesitas creer para no complicarte la vida.

Complicarte la vida puede ser maravilloso con la persona correcta. ¡No la dejes escapar por tu orgullo y esas creencias autoimpuestas!

Si tus bloqueos y ataduras mentales, no te permiten ver más de un camino en una situación complicada, tienes la opción de ser irracional ¡Que le corten la cabeza!

Fdo. La Reina de Corazones.