Tú esperando a última hora, para compartirte conmigo, esperando al último aliento, para sentirte en mi.
Solo existes aquí, viajando continuamente de mi mente a mis manos, a mi cama, donde en poco más de un segundo, como el fénix, de la nada te conviertes en todo y me atrapas para retomar tu vuelo nuevamente.
Un segundo de tu tiempo que pagaría con mi sangre, para que de nuevo a mi lado, me tocaras.
Tú esperando a última hora, yo me quedé esperándote a ti.
Existes, en cada recuerdo, no lo olvides, no te olvido.