¡Eres el AIRE que respiro!

Eres la balsa que me mece 
en este mar roto por el tiempo.

Eres el agua que calma mi sed,
que calienta mi alma
y que apaga el fuego de este volcán particularmente contenido.

Eres la red que me mantiene a salvo
del frio vacío que se pierde en el olvido.

Eres tú, el aire que respiro y la luz que me alimenta.

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