¡Abro y cierro los ojos! 
y siempre te veo ahí… 
… en el ayer 
y aquí…
… en el ahora

Siempre a merced del TIC TAC del reloj, 
ese reloj que marca el latir de nuestras vidas,
que late con cada uno de eso pasos dados en el camino que elegimos…

…ese TIC TAC con el que aprendimos…

…aprendimos 
que no necesitamos aguantarnos, 
porque si uno cae, el otro se sienta y desde abajo volvemos a empezar, volvemos a levantarnos…

…aprendimos…
que no necesitamos adelantarnos el uno al otro, y mucho menos adelantarnos al tiempo,
pues damos pasos acompasados al ritmo de ese reloj anclado en la pared, que sin hacer ruido, marca cada uno de nuestros encuentros, de nuestros rituales, de nuestros …

…aprendimos…
que no necesitamos esperarnos, 
porque somos eternos, porque estamos vinculados el uno al otro a pesar del tiempo y espacio…

…aprendimos…
que creciendo juntos o separados,
nos mejoramos el uno del otro cambiando nuestros días con cada TIC y nuestras vidas con cada TAC …

…aprendimos…
que las cosas simplemente cambian al ritmo de cada TIC TAC de nuestro reloj interno…