Que triste que te vendas como alguien maravilloso, y que te acaben comprando por pena. Ese victimismo que te permite conseguir lo que deseas manipulando a los demás (sin pensar en las consecuencias) está claro que en vez de sumar, resta.
¡Obsérvate, escúchate, estúdiate y mejórate a ti mismo día a día!
Encuentra un equilibrio en ti que te permita re-definir ciertos límites para modificar tus pensamientos, tus emociones, tus palabras y tu concepto sobre las personas que te rodean. No hay nada peor que tirar la piedra y esconder la mano para acabar señalando a otro como culpable, quedando siempre bien en la foto.
El narcisismo está de moda: fotos chulas, caras guapas, sonrisas blancas, y alegría de vivir, pero la felicidad es mucho más que eso. Evita mirar las cosas siempre desde tu ombligo ya que es solo eso, tu centro y no el centro del mundo. No todo gira a tu alrededor.
Sería triste pensar que caíste en la trampa de tu propio destino, que te abrió las puertas a la vida, y no fuiste capaz de encontrar la llave ni la cerradura para no dejar escapar tu felicidad.