¡AMOR no CORRESPONDIDO!

“El amor no correspondido es un sentimiento humano exacerbado y obsesivo del amor romántico y pseudo-sexual de un sujeto hacia otro, que no es recíproco, aunque esa reciprocidad sea profundamente deseada por parte del sujeto que anhela correspondencia”.

El enamoramiento y el amor maduro son dos estados emocionales completamente diferentes. Aunque ambos pueden ser satisfactorios, el enamoramiento desencadena un estado hormonal y psicológico diferente al del amor maduro. El amor no correspondido, se caracteriza como angustia, distracción, pérdida de peso, aislamiento, frustración, depresión e irritabilidad, que son similares a los del enamoramiento normal. En contraste, el amor maduro se caracteriza por una mayor estabilidad emocional y una mayor capacidad para manejar los altibajos de la vida. Aunque el sujeto puede buscar incansablemente una salida a su situación buscando la correspondencia, el amor maduro se basa en una comprensión más profunda y realista del otro, y no en una idealización romántica, que es la que se mantiene incluso cuando éste amor no es correspondido.

Muchas personas anhelan tanto el amor que buscan continuamente nuevas fuentes u objetos de capricho para saciar su deseo. A menudo, esta búsqueda supone romper antiguas relaciones, causándoles desdicha. Sin embargo, se ven forzados a continuar la búsqueda para sentirse reconfortados. Este intenso y tedioso proceso es ocasionado por un fuerte trauma emocional, que a menudo se reprime inconscientemente. El rechazo de la persona amada o de sus propios sentimientos puede desencadenar cuadros de melancolía, depresiones y accesos de llanto e ira.

Para la mayoría de los que sufren por un amor no correspondido es ésta una experiencia tortuosa y desdichada que a menudo conduce a sentimientos de masoquismo y depresión. Sin embargo, y de forma simultánea, puede ser una gran fuente de satisfacción sentir que se tiene a alguien a quien amar, aunque ese amor no sea recíproco. A menudo, la persona que ama puede considerar que compensa tener esa vivencia, incluso si experimenta angustia. Prefiere estar enamorado sin ser correspondido, que no sentir nada. En otros casos, el amor no correspondido puede provocar una sensación frustrante y negativa que no desearían repetir. Aunque parezca insólito, una misma persona puede pasar de momentos en los cuales siente euforia por sentirse enamorado, a otros en los cuales siente tristeza extrema al recordar que el objeto del amor es inalcanzable.

El amor no correspondido puede durar décadas y desencadenar un comportamiento obsesivo tal como el acecho, el acoso o la persecución, incluso se puede desencadenar cuadros psicóticos de hostilidad extrema hacia el objeto de deseo si su amor es rechazado. Estos tipos de comportamientos pueden llevar a estas personas a ser vistas como pervertidas o voyeristas. En la mayor parte de los casos, sin embargo, el amor no correspondido es un sentimiento que pasa totalmente desapercibido para los demás.

La cantidad de sufrimiento, si es que se puede medir, y que se puede llegar a experimentarse con un amor no correspondido, es una experiencia que causa una gran frustración en el que la padece. Una persona puede llegar a quedarse «bloqueada totalmente» o incluso sufrir una fuerte depresión y llegar a enfermar. Se han hecho algunos estudios para tratar el mal de amores en casos prolongados como si se tratase de una enfermedad mental.

Sólo aprendizaje diario y el respeto hacia uno mismo y hacia la persona que no corresponde el sentimiento, hacen que las barreras de ansiedad y euforia puedan verse superadas. Las actitudes de uno hacia el otro pueden variar, por ejemplo, si una de las personas asume una posición de no involucramiento a nivel personal o otra persona involucrada puede darse cuenta de esta actitud, asumirla y respetarla. Por el contrario, la persona puede no corresponder el sentimiento y aún así no perder el vínculo de amistad o fraternidad. Estas últimas, pueden derivar en relaciones y reacciones algo mas complicadas y pueden traer nefastas confusiones sobre la persona no correspondida, ya que esta puede pensar en su interior que existe algo más, manteniendo una mínima esperanza a expensas de concretar una relación.

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